Entre mis amistades cabe casi un siglo aunque apenas nos separan el nombre de las cosas y alguna fobia musical.

Profesionales como ella nos ayudan a tener un buen diagnóstico de nuestra sociedad y a partir de ahí no errar en los tratamientos.

Es una ingenuidad no reconocer que hay tragedias con suerte porque al menos se conocen y otras que no suscitan interés.

Separar la Formación Profesional del resto, aunque sea para darle otro rango, me huele a acto fallido nada alentador.

En mi memoria resulta inevitable relacionar lo carnal con el pecado, los crujidos de la capilla y el carbonero Manolo.

Almudena Grandes ha sido, y es, una de las escritoras más leídas, seguidas, queridas.

Si yo fuera el equipo de dircom de Rosalía cambiaba ya ese Motomami aunque haya calado. Cuánto mejor Motomari.

Carmona es nuestro Bloomsbury, pero con mejor rollo. Una ciudad de palabras e ideas.

A la nevera le he confesado mi estupor por algunos de los diagnósticos que incluso se tornan en agoreros.

Aunque hoy sea Andalucía el motivo de todos los análisis, la democracia padece ruidos internos en toda Europa.