El nombre de Pablo de Rojas Sánchez-Franco, fundador de la Pío Unión de San Pablo Apóstol y excomulgado por la Iglesia Católica en 2019, ha estado en el foco tras aceptar que la comunidad de religiosas Clarisas de Belorado (Burgos) y Orduña (Vizcaya) pasen a la tutela de su organización, la cual no está en comunión con el Vaticano.
La polémica de las monjas clarisas
Un grupo de monjas clarisas de Belorado y Orduña recientemente han abandonado la Iglesia Católica. Esta decisión se debe a la "persecución" que afirman haber sufrido por parte de la comunidad eclesiástica al haberles sido denegada su solicitud de vender un convento que tienen en propiedad. El obispo de Burgos, Mario Iceta, ha decretado su excomunión y comunicado a la Santa Sede la decisión de este grupo de abandonar la Iglesia.
Estas monjas clarisas, además, han anunciado que a partir de ahora seguirán la Pío Unión de San Pablo Apóstol, la cual no reconoce la autoridad del Vaticano, declarándose así sedevacantistas. En un comunicado firmado por su abadesa, Isabel de la Trinidad, acusan de herejía a los papas posteriores a Pío XII.
Pablo de Rojas Sánchez-Franco, "duque imperial" y "cinco veces Grande de España"
Pablo de Rojas Sánchez-Franco, nacido en la Sierra de Cazorla en 1981, ofrece una autobiografía en su web oficial. Asegura haber sido nombrado presbítero y obispo entre los años 2005 y 2006 por el jesuita Derek Schell (quien fue consagrado obispo en el Palmar de Troya en 1976), aunque asegura no tener ninguna vinculación con esta secta ni con otras.
Este controvertido religioso se define a sí mismo como como "duque imperial", "príncipe elector del Sacro Imperio Romano Germánico" y "cinco veces Grande de España". En 2005 fundó la Pía Unión de San Pablo Apóstol, la cual define como "la verdadera Iglesia de Cristo". Dicha organización niega la legitimidad de cualquier papa posterior a Pío XII, quien falleció en 1958 y que desde entonces, la doctrina católica vive un "periodo de desorientación". Tampoco reconoce los sacramentos de la Iglesia católica postconciliar.
El arzobispo de Burgos excomulgó de la Iglesia Católica a Sánchez-Franco en 2019 por incurrir en "delito de cisma", por celebrar sacramentos en la diócesis sin poder hacerlo y por haber sido ordenado por Monseñor Wiliamson, expulsado también por la Santa Sede por pertenecer a la corriente de Marcel Lefebvre.
Este exobispo cuenta con perfiles activos en redes sociales, en los que se refiere a Francisco Franco como "nuestro invicto caudillo" y considera rey legítimo de España a Sixto Enrique de Borbón-Parma. Además, anima a sus seguidores a pasarle donativos económicos y a marcar la casilla de actividades sociales en lugar de la de la Iglesia católica en la declaración de la renta.
Un personaje "megalomaníaco"
Luis Santamaría, teólogo experto en sectas, se refirió así a Sánchez-Franco en declaraciones para EFE: "Es un personaje megalomaníaco con delirios de grandeza, que aúna lo eclesiástico y lo nobiliario, que se pasea por Bilbao con ornamentos episcopales propios de otra época y que, en este caso, todo parece indicar que se ha aprovechado de una situación de vulnerabilidad de una comunidad de religiosas para presentarse ante las clarisas como el salvador de la propia comunidad y de la Iglesia católica entera".
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