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Análisis: Así son las cafeteras automáticas de Beko

Cafetera automática de Beko

Cafetera automática de Beko / Susana C. Gómez

El café es una de las bebidas más sencillas de preparar (es, en esencia, verter agua caliente sobre unos polvitos), pero admite tantas personalizaciones que es también (y esto lo saben bien los camareros) una de las más complicadas.

Sin entrar en variantes culturales y nomenclaturas que cambian no solo de país a país sino incluso de una provincia a otra limítrofe (haciendo a veces todo un reto pedir un café que se parezca a lo que queremos), hay casi tantas formas de tomar un café como personas que lo preparan.

Porque, por mucho que hagamos concesiones y, en compañía o en el exterior podamos apañarnos, la cosa cambia cuando se trata del café que nos hacemos en casa. No hablamos de sibaritismo, sino de cómo nos gusta de verdad el café.

Las 'revoluciones' del café

Es una de las bebidas más populares del mundo y, en los últimos tiempos, centro de lo que podríamos llamar revolución de las cápsulas. Un ingenio que permite elaborar una gran variedad de tipos de café con solo pulsar un botón y que con los años fue rebajando su precio (de las máquinas y de las cápsulas, en ambos casos con la proliferación de fabricantes) y ampliando el catálogo de opciones disponibles.

Cafetera automática de Beko Cafetera automática de Beko

Cafetera automática de Beko / Susana C. Gómez

Como sabrán, esa comodidad desplazó de muchos espacios, tanto domésticos como laborales, a soluciones tradicionales como las cafeteras italianas o las de goteo.

Ahora, y lo habrán notado en los comercios y la publicidad, estamos inmersos en una nueva revolución que propone prescindir precisamente del café en cápsulas, aludiendo a motivos medioambientales (las cápsulas no dejan de ser un residuo más) y cualitativos: el café hecho en una cafetera tradicional es mejor que el que sale de las cápsulas.

Y aquí es donde entran en juego otro tipo de cafeteras: las automáticas, que buscan conciliar la comodidad de las de cápsulas y la calidad de las exprés de toda la vida.

Cafetera automática de Beko Cafetera automática de Beko

Cafetera automática de Beko / Susana C. Gómez

Aunque la principal pega que tienen es que la inversión inicial es superior, hay en el mercado un ingente abanico de posibilidades, de distintas funciones y rangos de precio. Nosotros hemos probado una de Beko sin espumador de leche, pero la marca dispone de modelos con él, para los que tomen café con leche y quieran espuma.

Así es la cafetera Beko CEG5301X

Esta cafetera de Beko tiene acabados en acero inoxidable, pesa algo menos de ocho kilos y mide 32 centímetros de altura, 19 de ancho y 41 de profundidad.

Cafetera automática de Beko Cafetera automática de Beko

Cafetera automática de Beko / Susana C. Gómez

Cuenta con depósito de agua extraíble de 1,5 litros, una bandeja antigoteo también extraíble y 19 bares de presión.

Dispone de una boquilla de altura ajustable para distintos tamaños de tazas y luz bajo la boquilla para que veamos qué ocurre en la taza. Si queremos que nos sirva siempre la misma cantidad de café, ya sea suave o intenso, podemos registrarla y la cafetera la memorizará.

Desde la parte superior se accede al depósito de agua y al de los granos de café, bajo cuya tapa hay un selector para escoger el nivel de molido del grano que deseamos de entre los cinco disponibles.

Cafetera automática de Beko Cafetera automática de Beko

Cafetera automática de Beko / Susana C. Gómez

En esa parte superior está también el panel de control, con el botón de encendido, los de agua caliente (sirve para preparar infusiones), expreso intenso y suave y los indicadores que nos avisarán cuando tengamos que poner agua o café, vaciar la bandeja donde caen los posos o limpiar la cafetera.

Por defecto, tanto antes de hacer café como tras terminar, la cafetera ejecuta un ciclo de aclarado de la boquilla con agua caliente, lo que obviamente ayuda al mantenimiento de la máquina, aunque tendremos tarde o temprano que ejecutar un ciclo de limpieza propiamente dicho, proceso que realizará también de forma automática y para lo que Beko incluye tres sobres de limpieza.

Cafetera automática de Beko Cafetera automática de Beko

Cafetera automática de Beko / Susana C. Gómez

La cafetera dispone de tres modos de funcionamiento: estándar, eco y rápido. La principal diferencia de este último es que prescinde de lo que llama preparación previa, un proceso por el que humedece los granos molidos en la cafetera con una pequeña cantidad de agua antes de la extracción completa.

Según explica la marca, eso expande los granos de café para crear una mayor presión en la cafetera que ayuda a extraer todos los aceites y el sabor de los granos molidos. (Una vez probado, el resultado obtenido con el modo rápido sigue siendo muy bueno, aunque es cierto que se pierden texturas y matices con respecto a los otros modos de elaboración).

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